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emiliomendoza.com
Gracias
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Un punto
sin dimensión, lienzo;
rompe la cadencia
es todos los siglos.
Un punto
sin tiempo, eterno;
contiene todos los mitos
y un dios antiguo.
Un punto
sin fondo, hueco;
intangible abismo
es sólo mío.
Un punto
marca mi tedio;
lo he visto y
he caído.
Somos letras, somos un raro aliento
lejos, lejos de todos
somos poemas que escribe el insomnio
que caminan lejos, lejos de todos.
Sólo dejemos que este frágil viento
se lleve las fracturas
grietas, restos de sequías añejas
donde duermen nuestros trazos sin tinta.
Sólo dejemos que este frágil tiempo
se lleve los rencores
y los ajenos versos fracasados
de aquellos que alguna vez nos sonrieron.
Somos letras, somos raro deseo
cerca, cerca de todo
un poema se escribe en nuestro aliento
ese nuestro cercano, raro aliento.
Más allá de lo poco que nos queda
del otro lado de los ojos rotos
cerca del gran abismo de la infancia
está la tumba del primer poema
quebrados bajo una lápida ausente
sepultados aguardan esos versos
¿cómo podrás intentar encontrarlos
si nunca has visto letras en el viento?
Largas sombras en el Sol de febrero
insaciables
hambre de recuerdos
alegrías en la fría banqueta
que se arrojan
se olvidan
mueren
no importa si existieron
importan los restos
y el dolor que quema
ese dolor queda
dolor que dejan
desvalidas sonrisas
que las sombras devoran.
Comienza otra fría madrugada
palidecen las serenas sombras
una mirada se aleja
es un mar de dudas
olas entre sábanas
un fuerte viento
tempestad de ideas y recuerdos
en el horizonte tu silueta
callada
derrumba los sueños náufragos
se olvidan los recuerdos
amanece
luz que abre la ventana
y resplandece el litoral
casi todo es nada.
Despierto en lugares con tiempo de odio
lugares siempre ancianos.
Mis calles están sedientas de sangre
donde se olvida que existe el silencio
donde la violencia es infinita hambre
se pierde todo menos el olvido
recuerdos ya marchitos.
Duermo en lugares de tiempo rasgado
que vigilan sus fríos edificios
torres de concreto siempre manchado
donde los viejos rencores no duermen
donde mueren las voces.
Sueño con pasos sin prisa en mi acera
serenidad en cada madrugada
caminar en mañanas sin violencia
caminar y recordar lo escondido
pasos siempre tranquilos.
Y despertar antes que llegue el tiempo
traspasar dormido la vieja noche
tomar lo que se pierde en este estiércol
y respirar en mis viejos recuerdos
respirar aquel beso.
Sueño con lugares sin tiempo de odio
sin violencia en mis días.
Vi un viejo barquero perdido en tierra,
caminaba en las ruinas de su tiempo
sobre bordes de historias ya contadas,
memorias que se cierran.
Sobre una áspera vereda de polvo
naufraga en recuerdos su vieja barca,
se hunde con trozos de noches ancianas
queda su timón roto.
Vi a ese triste hombre caminar sin remos,
otro barquero como muchos otros,
tantos que perdieron su barca, el río
en tormentas de tedio.
Los veo en mi sueño, en ellos me miro,
olvido que una vez tuve mis remos,
fue un tiempo lejano que cruce ríos;
un perdido barquero.
para Hugo Secco
Se fue como se va un guerrero,
silencioso, a paso lento,
sin dejar deuda pendiente,
sonriendo;
hoy en el viento llega el silencio,
un largo silencio,
y un vacío que inútil intenta
dominar nuestra acera.
Corre la brisa en las calles,
en las aceras que extrañan
sus pasos ausentes…
y la lluvia, pertinaz lluvia
serena compañera de Curitiba,
lo busca en sus parques,
ella también lo extraña.
Saudade de tantas palabras,
saudade de tanta saudade…
Se fue como se van los héroes
deja su magia en nuestra senda;
se fue como se van los sabios,
su mirada que aún enseña;
se fue como se van los grandes,
deja su eternidad, hoy es nuestra.
No existen imágenes en el viento
más allá de secas hojas que mueve
son viejas pesadillas que se arrastran
en las calles llenas de perros muertos
sin verlo sé que existe el movimiento
como existe cada pecado oculto
la certeza que vive en mi ceguera
de saber que puedo sentir que siento
ver como el viento desarma las hojas
de la inercia contenida en sus miedos
no existen imágenes en mi mente
sólo tu epitafio arrastra mi historia.